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lunes, 10 de junio de 2013

Muertos de Amor.


Esta mañana me ha costado mucho despertar, anoche estuve dibujando hasta tarde y pese a lo cansada que me acosté, lo he dado todo en sueños. Para variar.

No sé qué habría ocurrido antes, mis recuerdos empiezan aquí, pero me encontraba en una estación de autobuses. El plan era que yo subiera a uno de ellos, pero yo estaba huyendo. Un grupo de tres o cuatro vampiros me andaban buscando telepáticamente y a través del olfato. Me buscaban porque como en cualquier guión que se precie de criaturas sobrenaturales siempre hay una historia que narra el nacimiento de un ser superior o un ser que debido a su fuerza cambiará el rumbo de la historia de las especies. No querían matarme, me buscaban porque, en teoría, creían que yo era ese ser especial. Yo no creía nada de eso, pero sin lugar a dudas podía sentir su presencia acercarse. En mitad del caos de una estación de gran ciudad llena de gente tuve una genial idea, los vampiros debían saber que yo había comprado el billete y había subido al autobús, de manera que siguieran un camino equivocado mientras yo escapaba. Y así lo hice.

De repente estaba en el cuarto de baño. Yo tengo bastante vértigo, nada comparado con el miedo que debía sentir, ya que cogí una especie de cable mangera de ducha y por la ventana que daba a la calle, a varios pisos de altura, lo agarré no se a donde y me deslicé pared abajo como si fuera una escaladora profesional hasta llegar al suelo. Una vez allí no podía perder tiempo y pese al tráfico y la gente lo más oportuno que me pareció fue coger un taxi, ya que así no podrían verme. Estaba en Madrid y tenía una dirección apuntada en un papel. Se la di al taxista y me dijo que me iba a salir carísimo el viaje ya que tardaríamos entre 30 ó 40 minutos en llegar a nuestro destino. Yo le grité que tenía 100€ en el bolsillo y que podía salir zumbando.

No recuerdo cuánto tardamos, ni si quiera cómo llegué allí o si le pagué o no, pero la siguiente imagen que tengo en mi mente es en una playa, una playa grande con agua cristalina de esas en las que caminas mar adentro y no te cubre. Había mucha gente, como un domingo temporada alta en la malagueta. No sé con quien estaba, si hombres o mujeres, pero era de mi total confianza. Les pedí que por favor no pronunciaran la palabra "cuervo" por su puesto sin pronunciar dicho nombre, ya que de alguna manera era una especie de invocación a los demonios que me perseguían, cuando de repente a lo lejos unas manchas negras sobrevolaban el cielo, estaban llegando. En ese momento mi único deseo era correr entre la gente, los fragmentos de imágenes que veo son muy cinematográficos, niños gritando mientras juegan en el agua, olas que van y viene, espuma, mucho jaleo y los cuervos cada vez más cerca.

Doy por sentado que me pillan, pero lo cierto es que no recuerdo bien que ocurre a partir de ahí, más que pasado un rato, al menos lo que equivaldría un rato en una película durante el que gran parte de la historia se destrama. No hay ningún tipo de tensión entre las vampiros y yo, de hecho creo que estamos en presencia de otro ser superior y no me han convertido, es más juraría que hay otra persona con nosotros, una chica que ha decido engrosar filas del ejército de la tiniebla, es buena chica, de hecho finalmente parecen serlo todos.

No sé si justo aquí me he despertado o no, pero esto es todo lo que recuerdo, con todo lujo de detalles cada uno de los escenarios, pero de la historia no hay más. Cuando he abierto los ojos eran las 10:30, no había escucha el despertador y el cuerpo me pesaba una tonelada.

Por más que me he levantado, me he duchado, desayunado, he sacado una tarta de manzana del horno y me he puesto a trabajar no paro de verme en la estación de autobuses. Es curioso como a veces huimos de cosas que prejuzgamos como malas.

Conclusión: Cuando veas un vampiro, no corras. Los vampiros son tus amigos.





* La imagen que ilustra este sueño es un cómic titulado "Muertos de Amor" es un cómic que ilustraba un poema titulado con el mismo nombre


Muertos de Amor

Si me dejas que te mate eternamente,
prometo ser el cuello al servicio de tus dientes,
zumo de corazón de muerta viviente,
sierva que le sirve a su sirviente


Este poema junto con este cómic fueron el punto de partida de mi primera exposción en solitario, una exposición de dibujo y pintura, titulada obviamente con el mismo nombre, y presentada en Mutt en Octubre de 2011.


Disponible en mi tienda online, en múltiples formatos:
http://society6.com/AgenteMorillas/MUERTOS-DE-AMOR-Dead-by-Love-ICx_Print


2 comentarios:

El ornitorrinco ilustrado dijo...

A mi me encanta tener sueños de estos, lo malo es cuando te despiertas antes del final y te quedas con ganas de más ;D Me ha encantado el poema y la tira ;D

agentemorillas dijo...

@el ornitorrinco ilustrado La verdad es uqe sí, pero había soñado tan intenso que más que levantarme con la sensación de ganas de más, ha sido con la sensación de "no puedo". Gracias!!!!!!